miércoles, 19 de octubre de 2011

III Unidad: Carl Jung


 Carl Gustav Jung

 
Carl Gustav Jung nació el 26 de Julio de 1875, en una pequeña villa de Kessewil, Suiza. Primer hijo de Paul Jung, clérigo protestante, y Emilie Preiswerk Jung. Rodeado de una bella, extensa y educada familia, la cual incluye algunos hombres del clérigo y otros excéntricos también. Con siete hermanos menores dentro de su hogar, no le impidieron ser un niño solitario el cual tenía la inclinación por fantasear y soñar, práctica que influye grandemente en su trabajo como creador de nuevas teorías (Grimaldi, 1999).


A los 7 años manejaba el latín, comenzando así su largo interés por la lengua y la literatura, especialmente por la literatura antigua. Además de saber las lenguas de Europa Occidental, podía leer algunas antiguas, incluyendo el sánscrito.

Carl fue un adolescente solitario, el cual no le importaba mucho la escuela, y especialmente no asumió competencia alguna. Comienza su abordaje en la escuela de Base, Suiza, donde se encuentra como objeto de muchos celos. Comenzó a utilizar la excusa de estar enfermo, desarrollando así la embarazosa tendencia de desmayarse ante mucha presión. No obstante, su primera opción de carrera es arqueológica, posteriormente decide estudiar medicina en la Universidad de Basel. Mientras trabajaba con el famoso neurólogo Krafft-Ebing, toma la decisión de tomar la psiquiatría como especialización. Después de graduarse en 1900, trabaja en el Hospital Psiquiatrico Burghöeltzli, en Zurich, bajo la tutela de Rauschenbach. Enseña clase en la Universidad de Zurcí durante aquel tiempo; igualmente, realiza práctica privada, y utiliza la asociación de palabras como método. Gran admirador de Freud, el cual lo conoce en Viena en 1907. Luego de conocerlo, el mismo Freud cancela todas las citas del día, y hablan por casi 13 horas de seguido.

Freud eventualmente lo visita y hablaban temas sobre teorías psicoanalíticas; pero nunca Jung se vende ante la teoría de Freud por completo. Su realación comienza pacificamente en 1909, durante el viaje a America. Se entretenían analizando los sueños del otro, parecía más un juego que algo más serio, hecho que se apreciaba cuando Freud parece resistirse excesivamente al esfuerzo de análisis por parte de Jung.

Intercambian correspondencia por los próximos años, y la relación va cambiando a través del tiempo, Jung pasa de ser sumiso ante Freud hasta ser catalogado como el príncipe coronado (Hothersall, 1997). Luego que Carl Jung se interesa por la mitología y desarrollará conceptos distintos a los de Freud, la correspondencia entre ellos termina definitivamente. La primera Guerra Mundial es un periodo doloroso para el propio análisis de Jung. Es, sin embargo, el comienzo de la creación de una de las más interesantes teorías de la personalidad que el mundo haya visto (Boeree, 1997).

En 1944 padece un grave infarto y la enfermedad lo obliga a dimitir de la cátedra en la Universidad de Psicología Medica de BAsel. Un año más tarde, en 1945, recibe el doctorado honorífico de la Universidad de Ginebra, e igualmente escribe Nach del Katastrophe. Después de la guerra, Jung realiza muchos viajes, visitando, por ejemplo, a las tribus de África, América e India- se retira en 1946, porque padece un segundo infarto. Aprueba la fundación del Instituto C.G. Jung de Zurich en 1948. Cuatro años más tarde escribe un trabajo sobre la sincronicidad y Respuesta a Job.


En 1955 recibe el título honorífico de Eidgenössische Technische Hochscule. Desafortunadamente, muere Emma Jung ese mismo año. Publica Mysterium coniunctionis. Comienza a trabajar con Aniela Jaffé sobre su biografía: Recuerdos, sueños y pensamientos en 1957. En 1960 empieza a trabajar en el hombre y sus símbolos. Y, en 1961, muere pacíficamente el 6 de Junio en su casa de Küsnacht (Ortega, 2000).

Constructos y postulados Fundamentales

El pensamiento de Carl Jung transformó el mundo de la psicología moderna. Pero su contribución se extendió más allá de la teoría y práctica de la psicología analítica. Cruzó el mundo de la ciencia a través de su observación empírica, su percepción intuitiva y su gran imaginación mitológica; además de todos sus estudios de los fenómenos paranormales y poderes extrasensoriales, sus estudios de astrología, alquimia y I Ching, entre otros. Por esto no es de asombrar que su labor tenga tantas alusiones esotéricas y mágicas. Con Jung los dioses de la antigüedad volvieron a presentarse al hombre cotidiano, no como representaciones divinas, sino como símbolos de transformación de la psique, necesarios en el proceso humano hacia la plenitud.


Jung se concentró hacia el interior dejando de lado el mundo exterior. Y al indagar en su inconsciente encontró una enorme cantidad de fuerzas que llamó Arquetípicas. Decidió ceder al impulso, dejarse llevar por las corrientes y escuchar lo que trataba de llegar a él desde su interior. Jung desarrollo sus teorías, trazando un amplio conocimiento de la mitología y la Historia; recorriendo diversas culturas. Se ocupó del vínculo entre el consciente y el inconsciente, proponiendo los tipos de personalidad, ahora bien conocidos: extroversión e introversión. Llegó a una distinción entre las sensaciones personales y los pensamientos inconscientes, o reprimidos desarrollados durante la vida del individuo, y lo que denominó Inconsciente Colectivo, sensaciones, pensamientos, y memorias compartidas por toda la humanidad.

La teoría de Jung divide la psique en 3 partes. La primera es el Yo, el cual se identifica con la mente consciente. Relacionado cercanamente se encuentra el inconsciente personal, que incluye cualquier cosa que no esté presente en la consciencia, pero que no está exenta de estarlo. El inconsciente Personal (I.P) sería como lo que las personas entienden por inconsciente en tanto incluye ambas memorias, las que podemos atraer rápidamente a nuestra consciencia y aquellos recuerdos que han sido reprimidos por cualquier razón. La diferencia estriba en que no contiene a los instintos, como Freud incluía.


Después de describir el I.P, Jung añade una parte al psiquismo que hará que su teoría destaque de las demás: el Inconsciente Colectivo (I.C.). Podríamos  llamarle sencillamente nuestra “herencia psíquica”. Es el reservorio de nuestra experiencia como especie; un tipo de conocimiento con el que todos nacemos y compartimos. Aun así, nunca somos plenamente conscientes de ello. A partir de él, se establece una influencia sobre todas nuestras experiencias y comportamientos, especialmente las emocionales; pero solo le conocemos indirectamente, viendo estas influencias.


Existen ciertas experiencias que demuestran los efectos del inconsciente colectivo más claramente que otras. La experiencia de amor a primera vista, el Deja Vu (el sentimiento de haber estado anteriormente en la misma situación) y el reconocimiento inmediato de ciertos símbolos y significados de algunos mitos, se pueden considerar como una conjunción súbita de la realidad externa e interna del I.C. Otros ejemplos que ilustran con más amplitud la influencia del I.C., son las experiencias creativas compartidas por los artistas y músicos del mundo en todos los tiempos, o las experiencias espirituales de la mística de todas las religiones, o los paralelos de los sueños, fantasías, mitología, cuentos de hadas y literatura.

Un ejemplo interesante que actualmente se discute es la experiencia cercana a la muerte. Parece ser que muchas personas de diferentes partes del mundo y con diferentes antecedentes culturales viven situaciones muy similares cuando han sido “rescatados” de la muerte clínica. Hablan de que sienten que abandonan su cuerpo, viendo sus cuerpos y los eventos que los rodean claramente; de que sienten como un “fuerza les atrae hacia un túnel largo que desemboca en una luz brillante; de ver a familiares fallecidos o figuras religiosas esperándoles y una cierta frustración por tener que abandonar esta feliz escena y volver a sus cuerpos. Quizás todos estamos “programados” para vivir la experiencia de la muerte de esta manera.


Arquetipos

Los contenidos del inconsciente colectivo son los llamados Arquetipos. Jung también les llamó: dominantes, imagos, imágenes primordiales o mitológicas y otros nombres, pero el término arquetipo es el más conocido. Sería una tendencia innata (no aprendida) a experimentar las cosas de una determinada manera.

El arquetipo carece de forma en sí mismo, pero actúa como un “principio organizador” sobre las cosas que vemos o hacemos. Funciona de la misma manera que los instintos en la teoría freudiana. Al principio, el bebé solo quiere algo que comer, sin saber lo que quiere. Es decir, presenta un anhelo indefinido que, no obstante, puede ser satisfecho por algunas cosas y no por otras. Más tarde, con la experiencia, el bebé empieza a anhelar cosas más concretas cuando tiene hambre (un biberón, una galleta, una langosta a las brasa, un pedazo de pizza estilo Nueva York). El arquetipo es un como un agujero negro en el espacio. Solo sabemos que está ahí por cómo atrae materia y luz hacia sí mismo. Entre algunos ejemplos de Arquetipos podemos mencionar:

La sombra:

Por supuesto que en la teoría Junguiana  también hay espacio para el sexo y los instintos. Éstos forman parte de un arquetipo llamado sombra. Deriva de un pasado pre-humano y anima, cuando nuestra preocupaciones se limitaban a sobrevivir y a la reproducción, y cuando éramos conscientes de nosotros como sujetos.

Sería el “lado oscuro” del Yo (es decir, del sí mismo), y nuestra parte negativa o diabólica también se encuentra en este espacio. Esto supone que la sombra es amoral; ni buena ni mala, como en los animales. Un animal es capaz de cuidar calurosamente de su prole, al tiempo que puede ser un asesino implacable para obtener comida. Para él no escoge ninguno de ellos. Simplemente hace lo que hace. Es “inocente”. Pero desde nuestra perspectiva humana, el mundo animal nos parece brutal, inhumano; por lo que la sombra se vuelve algo relacionado con un “basurero” de aquellas partes de nosotros que no queremos admitir.

Un hombre que no ha pasado a través del infierno de sus pasiones, no las ha superado nunca.


Los símbolos de la sombra incluyen la serpiente (como en el jardín del Edén), el dragón, los monstruos y demonios. Usualmente guarda la entrada a una cueva o a una piscina de agua, que representaría el I.C., la siguiente vez que sueñen que están peleando con un luchador fortísimo, puede que simplemente ¡se esté peleando con usted mismo!



La persona

La persona representa nuestra imagen pública. La palabra, obviamente, está relacionada con el término persona y personalidad y proviene del latín que significara máscara (revisar la temática anterior: ). Por tanto, la persona es la máscara que nos ponemos antes de salir al mundo externo. Aunque se inicia siendo un arquetipo, con el tiempo vamos asumiéndola, llegando a ser parte de nosotros más distantes del inconsciente colectivo.

En su mejor presentación, constituye la “buena impresión” que todos queremos brindar al satisfacer los roles que la sociedad nos exige. Pero, en su peor cara, puede confundirse incluso por nosotros mismos, de nuestra propia naturaleza. Algunas veces llegamos a creer que realmente somos lo que pretendemos ser.


Anima animus:

Una parte de la persona es el papel masculino o femenino que debemos interpretar. Para la mayoría de los teóricos, este papel está determinado por el género físico. Pero, al igual que Freud, Adler y otros, Jung pensaba que en realidad todos nosotros somos bisexuales por naturaleza. Cuando empezamos nuestra vida como fetos, poseemos órganos sexuales indiferenciados y es solo gradualmente, bajo la influencia hormonal, cuando nos volvemos machos o hembras. De la misma manera, cuando empezamos nuestra vida social como infantes, no somos masculinos o femeninos en el sentido social. Casi de inmediato (tan pronto como nos pongan estas botitas azules o rosas), nos desarrollamos bajo la influencia social, la cual gradualmente nos convierte en hombre y mujeres.


Todos nacemos originales y morimos copias.



En todas las culturas, las expectativas que recaen sobre los hombres y las mujeres difieren. Estas están basadas casi en su totalidad sobre nuestros diferentes papeles en la reproducción y en otros detalles que son casi exclusivamente tradicionales. En nuestra sociedad actual, todavía retenemos muchos remanentes de estas expectativas tradicionales. Todavía esperamos que las mujeres sean más calurosas y menos agresivas; que los hombres sean fuertes y que ignoren los aspectos emocionales de la vida. Pero Jung creía que estas expectativas significaban que solo hemos desarrollado la mitad de nuestro potencial.

El ánima es el aspecto femenino presente en el I.C. de los hombres y el animus es el aspecto masculino presente en el I.C. de la mujer. Unidos se les conoce como syzygy. El ánima puede estar representada (personificada) como una joven chica, muy espontánea e intuitiva, o como una bruja, o como la madre tierra. Usualmente se asocia con una emocionalidad profunda y con la fuerza de la vida misma. El animus puede personificarse como un viejo sabio, un guerrero o usualmente como un grupo de hombres y tiende a ser lógico, muchas veces racionalista e incluso argumentativo.

El anima y el animus son los arquetipos a través de los cuales nos comunicamos con el inconsciente colectivo en general y es importante llegar a contactar con él. Es también el arquetipo responsable de nuestra vida amorosa: como sugiere un mito griego, estamos siempre buscando nuestra otra mita; esa otra mitad que los Dioses nos quitaron, en los miembros del sexo opuesto.

Entonces nuestro arquetipo nos permite conocernos mejor y a su vez conocer mejor a nuestra pareja, de este modo cada vez que necesitemos repuestas a las cuales necesitaremos usar para entender la situaciones o lo que necesita nuestras parejas, simplemente haremos contactos con nuestro lado opuesto para que mediante la unidad con ella, nuestras relaciones interpersonales sean más agradables.



Sincronicidad

A través de los años los teóricos han discutido ampliamente si los proceso psicológicos se establecen a partir de modelos mecanicistas o teleológicos. El mecanicismo es la idea de que las cosas funcionan a través de un proceso de causa-efecto. Una cosa lleva a la otra, y esa otra a una siguiente y así sucesivamente, por lo que el pasado determina al presente. La teleología es la idea que define que somos guiados por nuestros propósitos, significados, valores y demás. El mecanicismo está asociado al determinismo y las ciencias naturales; la teleología está relacionada con el libre albedrío y se considera en la actualidad una postura un tanto rara. Es todavía común en filósofos moralistas, legalistas y religiosos y, por supuestos también, en algunos teóricos de la personalidad.

La sincronicidad supone la ocurrencia de dos eventos que nos están ni causalmente ni teleológicamente, más sin embargo tienen una relación significativa. Un ejemplo sería la de un paciente que describía un sueño con un escarabajo y justo en ese momento, por la ventana del despacho pasó volando un escarabajo muy similar al que describía en su sueño. Muchas veces, las personas soñamos con, digamos, la muerte de un ser querido y a la mañana siguiente nos encontramos con la muerte real de esa persona y que murió más o menos a la hora en que lo soñamos. Algunas veces, cogemos el teléfono para llamar a un amigo y nos encontramos con él en la línea al levantar el auricular. La mayoría de los psicólogos llamarías a estas situaciones coincidencias o intentan demostrarnos lo frecuentes que son. Jung creía que estas situaciones eran indicativas de cómo nos interconectamos los seres humanos con la naturaleza en general a través del I.C.

Jung nunca aclaró con respecto a sus creencias religiosas, pero esta idea inusual de sincronicidad la hallamos fácilmente explicada en la perspectiva hindú de la realidad. Desde este punto de vista, nuestro Yo individuales son como islas en el mar. Estamos acostumbrados a ver el mundo y a los demás como entes individuales y separados. Lo que no vemos es que estamos conectados entre nosotros por medio del suelo marino que subyacen a las aguas.

Cuando soñamos o meditamos, nos metemos dentro de nuestro I.P., acercándonos cada vez más a nuestra esencia: el I.C. Es precisamente en estos estados cuando somos más permeables a las “comunicaciones” de otros Yo. La sincronicidad hace de la teoría de Jung una de las pocas que no solo es compatibles con los fenómenos parapsicológicos, sino que incluso intentan explicarlos.


El Yo y su importancia en el proceso de Individuación

Como otros Arquetipos, el arquetipo del Yo depende de las experiencias adquiridas, así como de las disposiciones innatas de su estructura. Jung sostenía que el arquetipo del Yo podía ser una fuerza constructiva en el logro de la individuación, si la persona presta atención a los manejos de sus sueños y es receptivo a sus intuiciones e instigaciones internas. Para Jung el Ego (diferenciándolo con el Yo) es el centro de la consciencia y es primero afectado en gran medida por la persona y por el mundo externo.

El Yo puede trabajar con propósitos cruzados con el ego y crear discordia en la personalidad. Puede realmente asumir las funciones del ego y provocar que la persona se comporte en formas antisociales y destructivas. Pero Jung creía que podría también servir a la personalidad en una forma positiva comunicando al ego los requerimientos del inconsciente. El Yo debe ser el verdadero centro de la personalidad, pero esto se lleva a cabo sólo cuando es completa la diferenciación e integración de todos los componentes.

Una persona que tiene muchos conflictos con los demás quizás experimente conflictos dentro de sí misma –conflictos entre sus propias tendencias y rasgos opuestos–.  Un hombre que crea gran fricción con los demás puede estar manifestando su propio conflicto interno entre su persona y la naturaleza de su anima.

Una mujer que no podía progresar con sus superiores quizás refleja su propio conflicto entre su animus y su persona. Sus tendencias masculinas no reconocidas están en conflicto con su identidad femenina. En ambos casos, la unión de los opuestos dentro disminuiría los conflictos afuera.

Estas tendencias opuestas son naturales en los seres humanos; por tanto, requieren una personalidad altamente desarrollada, una en la que la individualidad haya sido alcanzada, para resolver los conflictos. La unión de los opuestos es una función a un alto nivel del Yo. Los rasgos opuestos se convierten en rasgos complementarios y, éstos apoyan y no compiten entre sí.

Conforme la persona se vuelve más individuada (ni es lo mismo que Individual, es decir, conforme comenzamos a entender la naturaleza de nuestra persona, nuestra sombra, nuestra anima o animus y nuestros requerimientos arquetípicos) la esfera de la consciencia aumenta para incluir muchas áreas de la psique, que previamente fueron inconscientes.

  
El Yo es el centro de la personalidad expandida. El Yo, que es el ego recentrado, surge como el núcleo de la personalidad total. Una de sus tareas principales es la función trascendente, la cual es la armonización de los opuestos.


El hombre individuado se comporta de una manera viril, aunque no teme expresar su naturaleza emocional. La mujer femenina mantiene su autonomía y confianza en sí misma. Puede relacionarse socialmente, sin temor de hacer valer sus peticiones e intereses personales. Una mujer puede ser femeninamente atractiva, pero también segura de sí misma y capaz de satisfacer las exigencias de la vida. 



 Bibliografía:



Actividades:


Mapa Cognitivo de Cajas

Es un esquema que se conforma por una serie de recuadros que simulan cajas o cajones. En la caja superior se anota el tema o idea central. En el segundo nivel se sintetiza la información de cada uno de los subsistemas.
 Ejemplo 1: como debemos realizar el mapa cognitivo



A continuación presento la forma, y ustedes pondrán en los recuadros mayores las principales características de las Actitudes y Funciones:


jueves, 29 de septiembre de 2011

II UNIDAD: Freud, La Construcción del Psicoanálisis


 Biografía

Sigismund Schlomo Freud nació el 6 de mayo de 1896, en Freiberg, Moravia, ahora Pribor, en la República Checa, fue el hijo de Jacob Freud y su tercera esposa Amalia, la cual era 20 años menor que su esposo, Sigi, como sus parientes le llamaban, fue seguido por sietes hermanos y hermanas menores. 
  
La constelación de la familia era inusual porque dos medios hermanos de Freud, Emmanuel y Philipp, eran casi de la misma edad que su madre. Freud era un poco más joven que su sobrino Jhon, el hijo de Emmanuel. Esta extraña situación puedo haber intrigado el interés de Freud por la dinámica familiar, llevando a su formulación ulterior del complejo de Edipo.

El padre de Freud, un modesto comerciante, mudó a la familia a Leipzig, Alemania en 1859, y luego se establecieron en Viena, por el año de 1860, donde Freud se mantuvo hasta 1938. Cuando Freud tenía ocho años, leía Shakespeare y, durante su adolescencia, escuchar la lectura sobre el ensayo de Goethe sobre natura lo impresionó profundamente. Abrevió su nombre a Sigmund Freud en 1877.

Habiendo considerado estudiar leyes previamente, decidió mejor tomar la carrera de médico investigador, comenzando sus estudio en la Universidad de Viena en 1873. Como estudiante, Freud comenzó su trabajo investigativo sobre el sistema nervioso central, guiado por Ernt von Brücke en 1876 y fue calificado como doctor en medicina en 1881. En 1882 comenzó a trabajar en la clínica Psiquiatrica de Theodore Meynert y posteriormente estudió con Charcot, en Salpetrière de París en el año de 1885.

Desde 1884 hasta 1887 Freud publica varios artículos sobre la cocaína. La coca está asociada con todo mi nombre, le escribe a Martha Bernays el 16 de Enero de 1885. Se casa con ella en 1886. La pareja tiene seis niños: Matilde en 1887; Jean-Martin en 1889; Oliver en 1891; Ernst en 1892; Sophie en 1893 y, por último, Anna en 1895. Establece su práctica privada, especializándose en desórdenes verviosos, Su interés por la histeria fue estimulada por Breuer y Charcot al utilizar la hipnoterapia entre los años de 1887 a 1888. En 1891, Freud se muda a un apartamento en Berggasse, el cual se convierte en e Museo de Freud, 80 años después, en 1971. Freud y Breuer publicaron sus descubrimientos en Estudios sobre Histeria (método catártico) en 1895; en el mismo años, Freud pudo analizar, por primera vez, uno de sus sueños.

También escribió 100 páginas de borrador de su manuscrito el cual fue publicado después de su muerte bajo el nombre de Proyecto para una Psicología Científica, en 1950. Por los próximos 5 años (1895 – 1900), Freud desarrolla muchos de los conceptos que posteriormente será incluidos en su teoría y práctica del psicoanálisis. El término psicoanálisis (libre asociación), nace en 1896. Después de romper relaciones con Breuer y reaccionar a una crisis debido a la muerte de su padre. Freud comienza su propio análisis en 1897, explorando sus sueños y fantasías, contando con el apoyo de su amigo cercano Wilhelm Fliess.

La interpretación de los Sueños, el cual Freud considera el más importante de todos sus libros, se publica en 1899, pero no sale a la luz pública hasta 1900 porque quería que su gran descubrimiento estuviera asociado con el comienzo de un nuevo siglo.

Analiza a una joven paciente llamada Dora y publica en 1901 La psicopatología de la Vida Cotidiana. Se hace profesor de la Universidad de Viena y funda la sociedad psicoanalítica de los miércoles en 1902, un pequeño grupo de cinco hombre, incluyendo a Freud, Alfred Adler, Max Kahane, Rudolf Reitler y Wilhelm Stekel. Para 1908 este grupo se expandió a 20 miembros y cambiaron su nombre al de Sociedad Psicoanalítica de Viena, se incorporan Otto Rank, Abraham Brill, Eugen Bleuler y Carl Jung. Posteriormente en el Primer congreso de la Psicología Freudiana se unen Sándor Ferenczi y Ernest Jones. Con el gran movimiento, Freud enfrenta la deserción de miembros de su círculo original, en 1911 Alfred Adler y en 1913 Jung, y formaron sus propias escuela de psicología, en desacuerdo con el énfasis de la neurosis del origen sexual.

La primera parte de Introducción a lecturas sobre psicoanálisis es publicada en 1916. Le diagnostican cáncer en la mandíbula en 1923, y durante 16 años, se mantiene productivo, a pesar de su doloroso tratamiento y 33 cirugías, pero nunca dejó su adicción al cigarro.

En 1925 el primer volumen de la colección de trabajos de Freud aparece. Freud fue honrado con el premio Goethe de literatura en 1930 y es elegido Miembro Honorario de la Sociedad Real Inglesa de Medicina en 1935. Durante el poderío Nazi, Freud se muda a Inglaterra, lugar donde muere a los 83 años el 23 de septiembre de 1939.

Postulados Fundamentales

Una de las piedras angulares del sistema de conceptos de Freud fue su firme creencia de la división de la psique en diferentes estratos, en ocasiones opuestos entre sí. Los que una persona experimenta conscientemente es sólo una péquela porción de su vida mental y puede ser, de hecho una distorsión de los verdadero motivos que existen inconscientemente. Los motivos conflictivos pueden crear tanta frustración para una persona que son excluidos de la consciencia, pero continúan funcionando inconscientemente para influir en la conducta.

La consciencia consiste en darse cuenta de lo que ocurre como resultado de la estimulación externa, del restablecimiento de las experiencias interna o de ambas en alguna combinación.  El consciente es un órgano de percepción situado entre el límite de lo interno y lo externo.

Según Freud (1917), el inconsciente tiene vida propia. Entre otras cosas, está compuesto por impulsos psicobiológicos básicos, que se oponen a los motivos conscientes y, por consiguiente, producen los principales conflictos de la vida. Freud sostenía que tenemos un modo de pensar inconsciente, deseos inconscientes y conflictos inconscientes capaces de afectar directamente nuestra conducta.

El contenido del preconsciente está integrado, en parte, por elementos procedentes del inconsciente en paso hacia el consciente y también del consciente hacia el inconsciente, adoptando la forma de material preconsciente. Existen además impresiones del mundo exterior, radicadas como representaciones fonéticas o verbales.

Estructura de la Personalidad

En su teoría del psicoanálisis, Sigmund Freud intentó explicar cómo funciona la mente incosciente, sugiriendo que tiene una estructura particular. Propuesto que el ser está dividido en tres partes: El Ego, el Super ego y el Id.

La idea general de que la mente no es algo homogéneo, sigue influyendo a la gente fuera del mundo de la psicología. Muchos, sin embargo, se han planteado o han rechazado la teoría de que la mente se divide en estor tres componentes. Esta teoría fue construida sobre la premisa de que las necesidades o impulsos inconscientes, especialmente los impulsos biológicos y sexuales, son la parte central de la motivación y personalidad humana.

Origen y diferencias en la terminología

En algunas publicaciones en el idioma español se puede encontrar los términos Ello, Yo y Superyó en latín, como Id, Ego y Superego, respectivamente. Estas formas fueron adoptadas en un principio por James Strachey en su traducción de la obra de Freud al inglés, titulada Standard Edition y publicada entre 1953 y 1974. Los términos originales utilizados por Freud fue usar pronombres personales del idioma alemán: das Es, das Ich y das Über-Ich — respectivamente, el Ello, el Yo y el Superyó (literalmente por encima del yo). Freud tomó prestado el término "das Es" de Georg Groddeck, un médico alemán por cuyas ideas no convencionales Freud estuvo muy atraído (los traductores de Groddeck traducen el término en inglés como "el Ello")


Ello

Representa la necesidad básica del ser, de cubrir sus necesidades fisiológicas. La necesidad de obtener comida, la agresividad, así como la búsqueda de sexo, son respuestas del Ello a diferentes situaciones.

Puede considerarse como la parte más primitiva de la psique, la personalidad original. Es el depósito de la energía psíquica. En algún punto la intensidad del impulso del Ello es suficiente para experimentarse en el Yo como un deseo consciente, a no ser que haya ahí alguna fuerza oponente al deseo.

El Ello es una parte importante del consciente. Pero el inconsciente incluye también, ideas, impresiones y deseos reprimidos. Este material debe mantenerse reprimido por fuerzas contrarias, provenientes del Yo. EL Ello puede experimentarse como un impulso no deseado, que se entromete en la consciencia en el momento más inoportuno. Los impulsos relacionados con el sexo y la agresión son comúnmente los más problemáticos. El joven que procura concentrarse en la conferencia no puede apartar su pensamiento de la pelirroja en la fila de enfrente. Puede sentirse tenso y agitado por no poder concentrarse en la conferencia. Quizás se enfade al punto de perder el control y decir cosas que nunca quiso pronunciar. Ningún esfuerzo de supresión por parte del Yo será efectivo contra el poder los impulsos del Ello. El enojo puede expresarse en forma de sarcasmo o incluso como sutilezas. Sin embargo, independiente a la forma en la que se dé la salida a los impulsos, según Freud, el Ello es la principal fuerza impulsadora de la personalidad.


Súper Yo

Es la expresión interna del individuo con relación a la moral de la sociedad. Se refiere a la fuerza que induce al individuo a seguir los códigos éticos de conducta impuestos por la sociedad en la que se encuentra. Actúa en contraposición directa a los impulsos del Ello.

Freud utiliza el término Súper Yo para designar el aspecto moral del Yo. En ocasiones, trata al Súper Yo como si fuera el Yo “mejor”. Cuando alguien sigue su consciencia o persigue sus ideales, el Súper Yo ejerce dominio sobre el Yo. Entonces el Ello sería el Yo inferior, el Yo como el yo controlador y el Súper Yo el yo superior.

Freud también utiliza el término Súper Yo para designar una región inconsciente de la mente que contiene los preceptos aprendidos durante las primeras etapas de la vida. El Súper Yo se forma en la infancia, cuando el niño percibe de sus padres como seres casi divinos. La consciencia y los ideales que se introyectan son altamente moralistas o idealistas. El Súper Yo es el representante moral o cultural dentro de la personalidad. El Yo no sólo debe tomar medidas racionales para satisfacer las demandas del Ello, y al mismo tiempo cumplir con los requisitos del mundo externo, sino también necesita obtener las normas o los requisitos del Súper Yo.

Un Súper Yo bien desarrollado controla los impulsos sexuales y agresivos mediante un proceso de represión. El Súper Yo no puede producir represiones por sí mismo, pero puede ordenar al Yo que lo haga, así, el Súper Yo vigila de cerca al Yo, juzgando sus actos e intenciones y cuando el Yo actúa, o incluso intenta actuar, en contra de los principios morales del Súper Yo, aparece la culpa. Cuando el Yo no es capaz de cumplir las exigencias de perfección del Súper Yo, surgen los sentimiento de inferioridad. La culpa, por tanto, procede de la consciencia, mientras que los sentimientos de inferioridad proceden del Súper Yo.


Yo

 Para Freud, el Yo no es más que una parte del Ello modificado por el impacto de la interacción de las pulsiones internas y de los estímulos externos. El Yo se encuentra ubicado entre el mundo interno y el externo, en una posición tal que se comporta como receptor de los impulsos que le llegan desde ambos campos. Una parte del Yo es consciente, otra consciente, otra preconsciente y otra inconsciente. 

Es la consciencia propiamente dicha. Es el ente que actúa como regulador entre las demandas del Ello y del súper ego. Se basa en un concepto realista del mundo para adaptarse al mundo. Todas las facultades psicológicas (como la percepción, la memoria el discernimiento, el razonamiento, la solución de problemas, la toma de decisiones) están a disposición del Ego. El Ego puede llegar a conocer y aprender del mundo externo. A diferencia del Id, está en contacto con el medio exterior (Freud 1933).

Para entender la idea de Freud de la relación entre el Ego y el Ello, uno debe tener presente que el Ego es el sirviente del Ello, aunque al mismo tiempo debe administrar la personalidad total (). No obstante, el Ego disfruta las satisfacciones derivadas de los motivos del Ello. Los deseos no amenazantes del Ello son experimentados directamente por el Yo, pero los demás son disimuladas de tal manera que resulten aceptables por el siempre vigilante Súper Yo y el poder de la autoridad externa. Una porción del Ego, el segmento inconsciente, es un aliado del Ello y proporciona los disfraces antes de que se experimente en la parte consciente del Yo.

El Yo desarrolla su fuerza tomando energía del Ello. Hace esto para convertir esa energía en elegir objetos, interese y actividades. Conforma crece el Yo, el Ello se debilita.

El principal papel del Yo es coordinar funciones e impulsos internos y tratar que los mismos puedan expresarse en el mundo exterior sin conflictos. El Yo tiene una estructura específicamente motora.

Funciones del Yo

El Yo tiene dos funciones muy importantes, que son:

Examen y sentido de la realidad: El Yo tiene la llave de la motilidad, que le permite al mismo tiempo comprobar la existencia real de los objetivos. Se vale de dos recuerdos: el examen de la realidad por medio de la actividad motriz y el sentido de la realidad, en el que ya no hay necesidad de motor y mediante la cual se sabe si el objeto está realmente allí. En el hombre medio normal, el Yo perceptor y el Yo enjuiciador se desenvuelven paralelamente, ya que sus actuaciones son armónicas, dentro de los límites variables de cada individuo.

Funciones sintética o de homeostasis: Consiste en recibir el impulso, diferenciar de dónde llega, luego realizar un proceso de síntesis entre los distintos elementos que llegan del Ello, tratando que una cantidad determinada de energía pueda descargarse en un solo movimiento, para que esta satisfacción no provoque una reacción del Súper Yo.


Mecanismos de defensa

Freud tenía mucho que decir sobre el importante papel de los mecanismos de defensa, como medios de afrontar las situaciones difíciles que se les presentan al Yo. El Yo elabora estrategias con las que se protege contra las fuerzas opresoras del Ello, del Súper Yo y de la realidad externa. El propósito principal de los mecanismos de defensa del Yo es reducir la ansiedad. Esto lo hace bloqueando inconscientemente los impulsos o distorsionándoles, logrando que sean más aceptables y menos amenazantes.

Pero cuando la ansiedad llega a ser abrumadora, el Yo debe defenderse a sí mismo. En algunos casos, un mecanismo de defensa puede apoyar también al Yo, pero en su mayoría, las estrategias son protectoras. Los mecanismos de defensa reduce la ansiedad de manera más eficaz cuando funcionan inconscientemente. Los mecanismos de defensa son aprendidos, la persona no nace con ellos. El niño descubre la posibilidad de culpar a los demás como un medio de evitar la ansiedad de resultar atrapado. Por tanto, puede volverse una estrategia establecida para encarar la ansiedad.

La defensa se logra por dos medios: El autoengaño y la distorsión de la realidad. A través del auto engaño, pueden negarse o minimizarse ciertas verdades desagradables, que uno no quiere afrontar. Por la distorsión de la realidad pueden alterarse acontecimientos para se adapten a los deseos. Si los eventos reales no son los deseados, pueden alterarse simplemente al pasar por alto ciertos aspectos mediante diversas técnicas capaces de modificar lo realmente presente.


Dinámica mental

La psicología psicoanalítica explica los fenómenos psíquicos como el resultado de la acción recíproca y de la acción contrarias de fuerzas, esto es, de manera dinámica, que es al mismo tiempo genética, puesto que no sólo examina un fenómeno como tal sino las fuerzas que lo producen.

Hay un tipo especial de fuerzas, los impulsos instintivos, que son directamente experimentados como una energía apremiante, insta a la acción inmediata y uno se siente impulsado por fuerzas de diversa intensidad para cumplirlos. La parte no instintiva de la mente humana resulta comprensible como un derivado de la lucha en pro y en contra de la descarga, creada por influencia del mundo externo. Existe otro tipo de fuerzas, los triebe o impulsos, que son variables en su fin y en su objeto por acción de fuerzas derivadas del ambiente.

La dinámica mental lleva a una homeostasis, que no implica una inamovilidad, sino un trabajo constante de las funciones vitales. La homeostasis se encuentra, en principio, en la raíz de toda conducta instintiva y las conductas “anti – homeostáticas” se explican como un complicación secundaria a fuerzas externas. Cuando las tendencias a la descarga y las tendencias inhibitorias son igualmente fuertes, no hay signos exteriores de actividad, pero se consume energía en la lucha interna oculta.


Estructura Psíquica

Los fenómenos psíquicos deben ser considerados como el resultado de la acción combinada de fuerzas que presionan, las unas, hacia la motilidad, las otras, en sentido opuesto.

El Yo crea aptitudes que le confiere la capacidad de observar, seleccionar y organizar los estímulos y los impulsos: las funciones del juicio y la inteligencia. Desarrolla también métodos para impedir a los impulsos rechazados el acceso a la motilidad, utilizando cantidades de energía dispuestas para este fin, es decir, bloquea la tendencia a la descarga y convierte el proceso primario en proceso secundario. El Yo se convierte en mediador entre el organismo y el mundo externo. Como tal ha de proporcionar, tanto una protección contra las influencias hostiles del ambiente, como el logro de la gratificación, aún contra la eventual coerción del mundo externo.

Lo que tiene lugar en la consciencia está formado por las percepciones e impulsos: las percepciones y los movimientos inconscientes poseen peculiaridades específicas, que las distinguen de los conscientes. La consciencia nace del proceso de sistematización, que a su vez, depende de la capacidad de utilizar los recuerdos. El Yo se ensancha a costa de la capa de estas huellas mnémicas, denominada preconsciente. La transición del Yo al Ello es gradual y únicamente se hace más neta en aquellos puntos en que existe un conflicto.

Lo reprimido presiona en dirección a la consciencia y a la motilidad y, en este esfuerzo, tiende a producir derivados, es decir, a desplazar su cate xis a ideas vinculadas asociativamente al impulso original: al lograr nuevamente su verbalización, las ideas inconscientes se han preconscientes.

La energía con el que el Yo lleva a cabo su actividad inhibitoria sobre los instintos deriva del reservorio instintivo del Ello. Una parte de la energía instintiva se convierte en energía anti – instintiva. Una determinada pare del Yo que inhibe la actividad instintiva se desarrolla, por un lado, más próximo a los instintos y por otro lado, está en conflicto con otras partes del Yo, ávidas de placer. Esta parte, que tiene la función (entre otras) de decidir qué impulso son aceptable y cuáles no, se denomina Súper Yo.

 
Bibliografía

http://mauve_ciel.tripod.com/biografiaspsi/id1.html
http://www.psicologia-online.com/ebooks/personalidad/freud.htm
http://es.wikipedia.org/wiki/Sigmund_Freud
http://es.wikipedia.org/wiki/Psicoan%C3%A1lisis
http://pdf.rincondelvago.com/teoria-freudiana-de-la-personalidad.html
http://www.veoh.com/watch/v18996772FwaJgA7k


Trabajo para el Próximo Fin de semana: 

Para la próxima clase, la próxima clase se explicarán a mayor profundidad los conceptos de Ansiedad, Libido y Mecanismos de defensa y se realizará una prueba escrita al comienzo de la clase. Le recuerdo que en este caso toda la guía debe traerla resuelta y entregarla de manera individual. Solamente el Diagrama lo debe traer elaborado en grupo

Para saber sobre la elaboración de un Diagrama de Arbol:

miércoles, 21 de septiembre de 2011

UNIDAD I: DESARROLLO HISTÓRICO Y FACTORES INFLUYENTES EN EL DESARROLLO DE LA PERSONALIDAD


Teorías que Explican la Personalidad

-          Antecedentes históricos

-          Teoría de los rasgos

-          Teoría de los tipos

-          Teoría psicoanalítica

-          Teoría Fenomenológica

-          Teoría del aprendizaje social





Factores que Influyen en el Desarrollo de la Personalidad



-          Influencia Genética

-          Influencia Bioquímica

-          Influencia de la Infancia

-          Influencia de la Adolescencia

-          Influencia de la Sociedad

Tema: Introducción a la Teoría de la Personalidad

Casi todos tenernos alguna teoría con respecto de la razón por la cual se comportan como lo hacen. Por lo general, estas teorías de la naturaleza y el comportamiento humano consisten en generalizaciones excesivas o estereotipos, pero sirven como guías primitivas para la expectativa y la acción. En ocasiones la simple supervivencia de una persona depende de la capacidad para comprender y predecir el comportamiento de los demás.

Existen muchas otras diferencias entre los teóricos de la personalidad, siendo una de éstas el énfasis relativo que se da a la herencia y el entorno como modeladores del comportamiento. Otra diferencia entre los teóricos tiene que ver con el grado en el que las características personales internas del individuo, más que las variables de situación externas, son los principales determinantes del comportamiento. Como lo sugieren éstos y otros puntos de desacuerdo entre los teóricos de la personalidad, no existe ninguna teoría generalmente aceptada sobre la personalidad. Por el contrario, las teorías y los descubrimientos de la investigaciones en el este campo sufren un desarrollo y cambio constantes.

Uno de los planteamientos más antiguos para la comprensión de la personalidad es la idea de las categorías fijas o tipos de personas. Galeno, médico de la Roma antigua quien apoyó la teoría de los cuatro humores del ser humano (sangre, bilis amarilla, bilis negra y flema) propuesta por el médico griego Hipócrates, planteó una hipótesis sobre cuatro tipos de temperamento correspondiente a los cuatro humores. El tipo sanguíneo con exceso de sangre, implicaba ser vigoroso y atlético; mientras el tipo colérico con un exceso de bilis amarilla, se enojaba con facilidad. El tipo melancólico con exceso de bilis negra por lo general se sentía deprimido o triste y el tipo flemático con exceso de flema se sentía cansado o flojo crónicamente.

Kretschmer llegó a la conclusión de que tanto la constitución alta y delgada (asténico) como la constitución corporal musculosa (atlético) están relacionadas con tendencias al aislamiento (personalidad cicloide), Sheldon, Stevens y Tucker (1940) propusieron una tipología relacionada, un sistema de somatotipos con tres componentes para clasificar el físico del ser humano de acuerdo con el grado de endomorfia (obesidad) mesomorfia (musculatura) y ectomorfia (delgadez).

  ENDOMORFO

  Tiene un mayor desarrollo visceral y del tramo digestivo y en su máxima manifestación tiende a ser mas bien bajo de estatura y grueso.


  
MESOMORFO
Se caracteriza por un mayor predominio de su esqueleto y musculatura; son personas fuertes y duras.

 

 ECTMORFO

  Es delgado y frágil, teniendo poco desarrollada su musculatura.


Los rasgos de la personalidad son menos generales que los tipos de ésta. Uno de los primero teóricos sobre la personalidad. Gordon Allport, inició sus investigaciones sobre los rasgos al elaborar una lista de 17,953 palabras en el idioma inglés que se refiere a las características de la personalidad. Para Allport, la personalidad consiste en la organización dinámica de esos rasgos que determina la adaptación única de una persona al entorno.

Otros teóricos de los rasgos, R.B. Catell, clasificó los rasgos en cuatro formas:

-          Comunes vs. Únicos
-          Superficiales vs. De fuente
-          Constitucionales vs. Modelados por el entorno
-          Dinámicos vs. De capacidad vs. Temperamentales

La teoría sobre los rasgos de Catell, que es mucho más elaborada que lo que sugiere esta breve descripción, ha servido como marco de trabajo para la elaboración de varios inventarios de personalidad.

Muchas otras conceptualizaciones teóricas han influido en el desarrollo de los instrumentos de evaluación de la personalidad. Entre éstas se encuentra la teoría de George Kelly (1955) sobre los constructos personales y los planteamientos cognoscitivos-conductuales de teóricos del aprendizaje social como Julian Rotter, Albert Bandura y Walter Mischel.

Teoría de Rotter  La primera teoría del aprendizaje social como tal fue la de Julian Rotter (1954), quien trato de integrar la posición conductista tradicional sobre el papel del reforzamiento en el aprendizaje con las conceptualizaciones cognoscitivas de Kurt Lewin y otros teóricos del área. Rotter no fue el primero en hacer notar que gran parte del comportamiento de ser humano se aprende en un contexto social, pero hizo un esfuerzo más consciente que sus predecesores por desarrollar una teoría sistemática sobre la forma en que se lleva a cabo este proceso. Rotter hizo una distinción entre los reforzamientos y los conocimientos: los reforzamientos resultan del movimiento para acercarse o alejarse de un objetivo, mientras que los conocimientos son estados internos como la expectativa y el valor del reforzamiento. El término expectativa se refiere a probabilidad subjetiva que tiene una persona de que un comportamiento específico que presenta en determinada situación lleve al reforzamiento.

Teoría del aprendizaje por observación de Bandura La teoría sobre el aprendizaje social de Bandura es más importante en el desarrollo de técnicas para modificar el comportamiento inadaptado, que como influencia en el diseño de instrumentos de evaluación de la personalidad. Al conceptualizar el funcionamiento psicológico como las interacciones recíprocas del comportamiento, las variables de la persona (conocimiento y estados internos) y las variables del entorno. Bandura enfatiza que el individuo no es un autómata pasivo que sólo actúa cuando incluyen en él.

Bandura sostiene que gran parte del aprendizaje tiene lugar sin reforzamiento, en ausencia de premiso y castigos, pero que el reforzamiento es importante para determinar cuándo ocurrirá el comportamiento aprendido. De especial importancia en el aprendizaje es el proceso de modelado del comportamiento por parte de los demás, cuya efectividad depende de factores como las características personales del modelo y el nivel de motivación de la persona que aprende, de acuerdo con Bandura, la agresividad, los temores, los comportamientos de tipo sexual y muchas otras reacciones emocionales y de estilo se aprenden mediante la observación y el modelado.

Para consultar un poco más a Bandura:


Las posteriores teorías serán omitidas ya que posteriormente se realizará un respectivo trabajo al respecto, por lo que se considera innecesaria describirlas en este momento.

Pero si desean consultar un poco mas:


Factores que Influyen en el Desarrollo de la Personalidad

La familia es la agencia psíquica de la sociedad. Al adaptarse el niño a su familia adquiere el carácter que después lo adoptará en las tareas que debe ejecutar en la vida social, es el que le hace desear hacer lo que debe hacer, y cuyo núcleo comparte con la mayoría de los miembros de la misma cultura.

El carácter se debe en parte a las diferencias psíquicas y materiales del ambiente social específico, pero también influyen las diferencias constitucionales de cada individuo. Así tenemos que el carácter domina y regula al temperamento. En los rasgos fundamentales del carácter aflora revelándose como un recuerdo íntimo el rasgo temperamental.

La formación del carácter se determina por el efecto de las experiencias vitales, el ambiente jamás es el mismo para dos individuos, la diferencia en su constitución física y temperamental los hace experimentar el mismo ambiente de manera diferente.

El hombre puede adaptarse a su cultura, pero cuando hay obstáculos que se contraponen a su naturaleza, desarrolla perturbaciones que lo hacen modificar o regular tales condiciones, es en este momento cuando tienen que ver los juicios de valor, es aquí donde dependiendo de la cultura, se pueden enjuiciar las acciones como −−buenas− o − malas −, por ejemplo, se califica a un niño como bueno si es dócil y malo, si trata de ser independiente.

Para crear la personalidad el individuo pasa por ciertas fases las cuales son: la infancia, adolescencia, adultez y vejez la primera es en donde se destaca el desarrollo de la personalidad.

Genética, Entre las peculiaridades de la personalidad que parecen ser determinadas por la herencia genética están la inteligencia y el temperamento, pero el pensamiento y el comportamiento no la constituyen de por sí. Se dice que hay períodos en el desarrollo del individuo que es más sensible a un tipo determinado de influencia ambiental. La importancia independiente de los efectos genéticos es la que tiene mayor respaldo en las observaciones. Así, la evidencia relativa a la esquizofrenia y al autismo indica que los riesgos genéticos para estos trastornos no dependen de que los niños se vean sometidos a riesgos am­bientales de ningún tipo. Probablemente lo mismo podría aplicarse, en mayor o menor grado, a otros rasgos psicológicos.


Infancia, periodo comprendido entre el momento del nacimiento y los 12 años, aproximadamente. Esta primera etapa de la vida es fundamental en el desarrollo, pues de ella va a depender la evolución posterior, y sus características primordiales serían las físicas, motrices, capacidades lingüísticas y socioafectivas.

Desarrollo emocional

El vínculo consiste en una unión psicológica entre el niño y la persona que lo cuida, por lo general su madre. El llanto y la risa ponen en contacto a los niños con quienes los cuidan. Este vínculo proporciona una base emocional segura, a partir de la cual se desarrollan las relaciones maduras. Las investigaciones demuestran que un vínculo inadecuado impide el desarrollo social y emocional a lo largo de la vida; por ejemplo, si un niño es separado de su madre y, tras esa situación no establece un vínculo seguro, se perturbará su desarrollo posterior.

Es probable que sucesos traumáticos que se producen durante la infancia, tales como los abusos físicos o la malnutrición, afecten al desarrollo y al comportamiento de una forma negativa. Experiencias menos extremas también tienen su influencia, pero sus efectos pueden ser temporales y menos llamativos. Se ha demostrado que las primeras experiencias influyen en las actitudes hacia el proceso de aprendizaje, en el concepto que el niño tiene de sí mismo, y en la capacidad para formar y mantener relaciones sociales y emocionales en el futuro.

Adolescencia, etapa de maduración entre la niñez y la condición de adulto. El término denota el periodo desde el inicio de la pubertad hasta la madurez y suele empezar en torno a la edad de catorce años en los varones y de doce años en las mujeres. Aunque esta etapa de transición varía entre las diferentes culturas, en general se define como el periodo de tiempo que los individuos necesitan para considerarse autónomos e independientes socialmente.

Durante la adolescencia no se producen cambios radicales en las funciones intelectuales, sino que la capacidad para entender problemas complejos se desarrolla gradualmente. El psicólogo francés Jean Piaget determinó que la adolescencia es el inicio de la etapa del pensamiento de las operaciones formales, que puede definirse como el pensamiento que implica una lógica deductiva. Piaget asumió que esta etapa ocurría en todos los individuos sin tener en cuenta las experiencias educacionales o ambientales de cada uno. Sin embargo, los datos de las investigaciones posteriores no apoyan esta hipótesis y muestran que la capacidad de los adolescentes para resolver problemas complejos está en función del aprendizaje acumulado y de la educación recibida.

Adultez, Es una etapa donde se evidencia con claridad el proceso de envejecimiento y salen a relucir los frutos del carácter temperamento y personalidad aquí ya todo se desarrolló mediante un proceso complejo, probablemente definido por una serie de sucesos que aún no han sido totalmente explicados, dentro de los que se describen errores o daños fortuitos del vivir o de sucesos de desarrollo programado y ordenado genéticamente. Sin embargo no podemos olvidar que todo este proceso está influido por el estilo de vida presente y pasado.

Entre las características que tiene este pensamiento (Kramer, 1983), se encuentran el "Relativismo", es decir, el adulto observa y analiza desde diferentes perspectivas, es capaz de hacer "Sintesis", replanteando las situaciones y planificando constantemente

También las tradiciones culturales tienen un papel importante en su formación. Muchos expertos consideran que las experiencias de un niño en su entorno familiar y social, y el modelo de educación que se siga son aspectos que dejan una huella en su futuro como ser individual. En el ambiente escolar, sus vínculos afectivos son más activos y comunicativos. Las relaciones con sus compañeros y profesores se estructuran teniendo en cuenta su preparación. En el marco laboral, el grupo comienza a jugar un valioso rol. Los compañeros de trabajo, a partir de este momento, le transmitirán nuevas experiencias y pautas de comportamiento.      

La sociedad debe entonces a orientar y promover la integración entre la familia, la escuela y la comunidad, para que la comunicación fluya adecuadamente y todos estos agentes participen conjuntamente en el proceso de socialización del adolescente. Esto adquiere vital importancia puesto que si cada uno trabaja por su lado se pierde la posibilidad de ejercer una única influencia positiva en el adolescente que permita una resolución constructiva de la crisis que se da en esta etapa.

La comunidad, al igual que en el adolescente, contribuirá a garantizar la transmisión de reglas y normas que posibiliten el ajuste a las exigencias del medio. De esta manera, la comunidad continúa ganando importancia en la influencia que ejerce en sus miembros como agente socializador.


Trabajo extraclase para este Sabado


Para el siguiente encuentro se aclararán dudas, por lo que le sugiero que anote éstas en su cuaderno y lo tenga a mano para la próxima clase, acuérdese que el modo de resolución de la guía será la activa, se hará de manera individual, le recomiendo traer en limpio el Esquema y una explicación del mismo y un cuadro comparativo con sus respectivas conclusiones, son las únicas dos cosas que debe traer. No se admiten coincidencias, en el caso que dos o más trabajos tengan el mismo contenido o relativamente la misma idea, será sancionada.